Más tarde y después de dormir la mona tirado en el campo como siempre, proseguimos nuestro viaje hasta llegar al deseado Albarracín, momento que aprobechamos para bebernos otra birra para desayunar y entonar cuerpo y mente. Luego, como es tradición, exibimos nuestros fornidos cuerpos de escaladores canijos por los sectores llevándonos por supuesto unas 4 litros más para el camino. De este modo encontramos las primeras presas (bloques) que pusieron nuestros tendones a punto para la jornada del día.
Entonces, trás un bloque que no parecía que tuviera nada... allí estaba. Un precioso 6c que nos tuvo todo el día entretenidos. MENUDA OSTIA TENIA, UFF. Por si nuestro amigo el Tomatito de la montaña no os lo dejo claro, aquí teneis una prueba de como no se debe hacer esto.
Ambos compañeros, antes de abandonar la batalla juraron ante nuestro Gurú volver y someter a la bestia.
Ambos compañeros, antes de abandonar la batalla juraron ante nuestro Gurú volver y someter a la bestia.
Una vez caida la noche... ¡VAMONOS AL GATO NEGRO A LIARLA!
Y así llegamos al siguiente día y más de lo mismo... un puto 6b+ que se nos resistió a todos (dichosa puerta) salvo a un tal "Boniatoman" que nos dejo con la cara larga.Y por supuesto alguna que otra caida graciosa.
Como dijo el sabio: "una imagen vale más que mil palabras".
Porteros en la parra, crashpad mal ajustado y escalador que cae probando con su ojete el duro suelo y......espalda rota. Bueno solo una fuerte contusión que no libro a este galapago de una asistencia sanitaria y de enseñar el trasero a la enfermera de turno para que procediera a un contundente jeringazo.
Hasta aquí el material recogido en esta aventura.